El post de hoy tiene, en mi opinión, un toque vintage; ¡a mí este estilo me encanta!. He hecho varios modelos de estos pendientes, en rojo, en beis, en azul claro y estos en verde.
No sé lo que opinaréis, pero cuando se los veo a las chicas que los tienen (que por cierto, los ponen bastante a menudo), las encuentro muy favorecidas y con algo distinto, muy distinto. Creo que no pasan desapercibidos pero al mismo tiempo no son muy llamativos, se adaptan perfectamente a las personas y les da un toque de originalidad.
Paso a explicaros todo el proceso.
Para estos pendientes he utilizado:
– 4 piezas de bies de cuadros en tonalidades verdes de 4cm de largo.
– Hilo verde grueso (también podéis doblarlo si es fino) que resalte un poco, no mucho, de los tonos verdes del bies.
– 4 trozos de pasamanería verde de 4,6 cm de longitud y de 0.6 cm de ancho.
– 4 cortes de cadena de 2 mm de espesor y de 4,5 cm de largo.
– 4 tupíes de Swarovski de color verde.
– 4 bastoncillos pequeños de color bronce.
– 2 enganches de pendientes en bronce también.
– Hilo transparente.
Continuamos con la elaboración:
Lo primero que he hecho fue unir de dos en dos los las piezas de bies con el hilo verde y con puntada de festón quedando dos rectángulos.
He cosido, por una cara del rectángulo dos cadenas, una a cada lado y situadas al lado del festón (repetidlo las cuatro veces que es necesario). La cadena tiene que sobresalir del bies dos o tres mallas.
Por la otra cara, he situado en el medio y a lo largo del bies, la pasamanería verde. Usad para esto el hilo transparente.
Coloqué cada tupí en un bastoncillo haciendo una argolla al final y lo he enganchado a la cadena que sobresale del bies (repetid esto las cuatro veces que se necesita).
Al final se ponen los enganches de los pendientes agujereando con los mismos las tela y la pasamanería.
¿Que os parece el resultado?. Espero que os gusten. Yo tengo unos y os aseguro que son fáciles, muy fáciles de poner. Espero vuestros comentarios.